Luego de décadas de emprendimiento, mi amigo Flavio Amiel, creador y CEO de exitosas Agencias y Guías de viaje, decidió lanzar su marca personal.
Era el momento de sacar provecho de muchos años de formación y experiencia que, a pesar de haber claves en el éxito de sus negocios, no estaban siendo aprovechados como era debido.
Y ¿como era lo "debido"?
Eran conocimientos y vivencias acumulados que no fluían.
Flavio entendió que el conocimiento es como el agua: deben fluir para mantenerse sanos. Y ¿cómo fluye el conocimiento? Compartiéndolo.
No fue una búsqueda sencilla: ¿Qué aspecto de mi he de convertir en marca? ¿De qué hablar?, ¿Quiénes iban a ser mi audiencia? ¿Cómo monetizar?, en varias ocasiones hablamos sobre estos temas y le vi probar varios modelos; muchas opciones y combinaciones habrían de ser probadas.
La respuesta se tardó en llegar y llegó, pero luego de muchas pruebas esfuerzo y reflexión; parecía que Flavio se estaba complicando la vida.
¿Iba a abandonar los negocios que ya estaban funcionando? NO.
La marca personal permite a quién tiene algo que decir, pueda hacerlo y vivir de ello.
Quién crea una marca personal entiende que en Internet existen dos tipos de personas: los que generan y los que consumen y ha decidido cambiar de bando, asumiendo el reto emocional que acarrea la exposición, la responsabilidad social y la necesidad de coherencia.
Si tienes algo que decir y pretendes que dure, importe y sirva, debes hacer algo más que postear en tu perfil de Instagram.
Quien se aventura a crear una marca personal entiende cómo está cambiando la dinámica social / comercial en Internet... y está dispuesta a sacarle provecho:
La marca personal es una especie de dispositivo sociodigital que te permite conectar tu individualidad con una audiencia: lograr que tus puntos de vista sean consumidos por grandes números de personas, afectando sus pensamientos, emociones y acciones.
Si, acciones; la meta última de una marca personal es ganar influencia: lograr que ellos ejecuten acciones concretas (leer algo, ver un video, realizar actividades, comprar cosas, etc.)
En un mundo donde la publicidad es ruido, las audiencias prefieren seguir a influencers que les proveen todo junto: conocimiento, emociones y vivencias.
El marketing de contenidos frío de las empresas es cosa del pasado.
Si quieres hablar de tu negocio, mejor busca hacerlo de una forma cercana, sincera, emocional y atractiva; para este objetivo es mucho mejor que quién habla sea una persona, no la propia empresa.
Si quieres que lo que a ti te importa, le importe a otros, de la manera que tu quieres, te toca exponerte y encontrar la mejor manera de que el mundo escuche tus ideas.
Ni siquiera en el mundo de los negocios, todo es cuestión de dinero; en efecto el concepto de dinero está teniendo serios problemas para mantenerse como pivote de toda nuestra vida.
La evolución social nos está llevando a comprender otras dimensiones en las que generar valor se puede convertir en beneficio para ti y los demás. Para poder ver estas dimensiones debes dejar de ver la internet como un gran kiosko y comenzar a comenzar a entenderla / sentirla como lo que realmente es: una comunidad.
Otros modelos de intercambio comercial están cambiando las reglas del juego, la cooperación es cada vez más importante; tu marca personal es el agente perfecto para colaborar con otras marcas y generar nuevas instancias.
En un mundo saturado de información, la reputación es la nueva moneda; la marca personal es el vehículo que te permitirá darle forma, coherencia y seriedad seriedad a tus ideas; aspectos que impactan seriamente en la reputación de las marcas que respaldan.
La reputación es como un ser vivo:
Internet está atiborrado de opiniones; las personas consumen conocimiento de una forma muy superficial y rápida, como quien ve el agua de un río pasar; si quieres que la sabiduría que tu marca genera no sea una piedra más en el río de memes y comentarios, debes pasar al siguiente nivel.
Tus ideas necesitan entonces, un lugar digital cautivador y acogedor donde existir, ser encontradas, relacionadas y consumidas.
Tener tu marca personal te llevará a tener un branding propio, una web (o blog) y canales de difusión.
Un muro de facebook puede no ser el lugar adecuado para publicar contenido de calidad:
La marca personal es la materialización de tu trayectoria: conocimientos, experiencias, opiniones y estilo personal, concretados en un formato digerible y con identidad propia.
Como emprendedor, desarrollar tu marca personal en paralelo te permite existir en dos ámbitos del mismo rubro:
Esta dualidad te permite expandir los campos de acción donde tu proyecto podrá estar presente: tu emprendimiento estará respaldado por un experto que públicamente se presenta como un estudioso del tema y que participa por interés personal en eventos / proyectos del rubro de maneras que no son posibles para una empresa comercial.
Como marca personal tendrás la libertad de explorar en profundidad temas que no cabrían en la estrategia comercial de tu empresa pero que pueden ser el origen y la base para la generación de contenidos que si podrían beneficiarla.
El punto más complicado del tema. La marca personal es mucho más que una herramienta de marketing, es un cambio en tu estilo de vida; el antídoto perfecto para quien está intoxicado de "zonadecomfort-itis".
La marca personal es en realidad tu viaje de crecimiento personal, expuesto.
El acto de exponerte te obligará a revolucionar tu intimidad, revolverá todos tus lugares obscuros y te obligará a enfrentar todo lo que has guardado en el desván.
El tener que comunicarte te obligará a adquirir habilidades que cambiarán tu modo de relacionarte, con todo.
El tener que investigar te retornará a tu época de estudiante, haciéndote más flexible y humilde; tendrás la oportunidad de investigar-te y retomar el camino de autodescubrimiento que te hará evolucionar.
El acto de exponer opiniones personales generará de todo tipo de reacciones con las que tendrás que aprender a lidiar, y créeme, eso toma su esfuerzo.
Ya ves por qué digo que una marca personal no es para tímidos o débiles de corazón.
Tanto nadar ...
Flavio, periodista y escritor, había fundado negocios basados en la escritura (como sus guías de viajes) y era reconocido por sus habilidades para crear negocios.
15 años después, la oportunidad de reinventarse estaba en la puerta; un mundo diferente, nuevas herramientas, un millón de opciones.
La elección no estaba clara.
Sin embargo flavio no estaba viendo algo: Sus seguidores.
El sacar la cabeza de sus negocios le hizo volver a contactar con una gran cantidad de personas que le admiraban, seguían sus pasos y querían recibir su ayuda: ¿Cómo emprender siendo un escritor? , ¿Cómo haces para escribir tan bien? ¿Qué herramientas usas?, ¿Cómo comienzo?.
Flavio se había topado con el 8vo y más importante principio:
Una de las funciones sociales más importantes de las marcas personales es contribuir al crecimiento (de tu comunidad, de la gente, de la humanidad, etc). Su potencial para influenciar personas es también una potencial responsabilidad que no sólo puedes asumir sino aprovecharla.
La marca personal es una oportunidad de oro para hacerte simbióticamente de una comunidad de seguidores que haga realidad tus ideas y te retroalimente con retos, conocimiento, experiencias y emociones para generar el bienestar que deseas.
Una vez que ha sido realizado un nexo entre tu y una comunidad, ésta tiene el poder de cambiar el destino de tu marca personal.
La marca personal es para quién ha entendido o quiere entender el poder de nutrir y ser nutrido por una comunidad, que además de consumir, quiere generar bienestar, que busca vivir experiencias pero también crearlas.
Hoy, la marca personal de Flavio está destinada a ayudarte a ganarte la vida escribiendo.