¡Lo que no te contaron sobre las licencias tipográficas!

El diseño de tipografías es una industria que crece y se mantiene de vender licencias de uso

Actualizado el 25 de enero del 2020

por Alexis Medina / Edición: Yuraima Herrera

En el mundo del diseño gráfico, diseño web y de apps, muchos profesionales (en su mayoría con una corta experiencia), incluyendo también a una gran cantidad de personas que son potenciales clientes de estos profesionales, desconocen del tema o mantienen la incertidumbre en cuanto a licencias en fuentes tipográficas o copyright de las mismas, esto es grave, ya que es un aspecto delicado que tiene una estrecha relación con las leyes de derechos de autor y son sancionables por la ley.

Un mal uso y/o el uso inocente, sin tener una licencia que te permita utilizar la fuente para fines comerciales podría meterte a ti o a tu cliente en problemas legales por violar los derechos de autor al usar un contenido sin el consentimiento, convenio, licencia o por no dar reconocimiento al autor sobre su propia obra.

Ante todo debes tener al menos un conocimiento básico sobre las leyes de derechos de autor, que es lo que como creativos, creadores y/o prestadores de servicios intangibles nos da derecho sobre toda obra que creemos, convirtiéndonos automáticamente en autores de nuestro trabajo y con derechos legales sobre él.

Los derechos de autor pueden ser transferibles o no según lo que el creador o autor de la obra considere conveniente. Se pueden ceder casi la totalidad de los derechos de autor, pero el autor también puede ceder algunos derechos, establecer cláusulas y ceder licencias de uso para que terceros puedan utilizar su obra con algún fin específico.

El diseño de tipografías es una industria que crece y se mantiene en base a vender licencias de uso por sus productos. Para nuestra fortuna existe un movimiento llamado copyleft, surgido en oposición al copyright, que ha tenido apoyo de muchos usuarios, artistas y creadores. Básicamente una licencia copyleft permite la libre distribución, copias y versiones de una obra, sin control alguno o de forma limitada: cediendo solo algunos de los derechos de autor.

La organización más reconocida por defender y promover el copyleft es Creative Commons, la cual clasificó los derechos de los autores en 6 tipos de licencias (mira aquí cuales son), que van desde la libertad absoluta, hasta las que poseen una libertad relativa que consiste en citar, no modificar y no revender o comercializar la obra.

¿Cómo adquirir una licencia?

Primero se debe saber que fuente se desea usar para determinado proyecto y que tipo de licencia está vinculada a ella, existen muchos sitios en internet que ofrecen la descarga de fuentes gratis, pero ¡OJO!  esto no quiere decir que sean legales, muchos de estos sitios web no muestran las licencias que tienen sus tipografías, ni traen al momento de descargarlas un documento de texto que exprese los términos o el tipo de licencia permitida.

Investiga cuáles son las empresas que distribuyen fuentes de manera legal y de manera responsable, esto también dependerá de si buscas fuentes con licencias gratis o licencias con pago, ya que hay páginas de internet que se dedican a distribuir exclusivamente una de estas categorías.

¿Qué tipo de licencia es conveniente adquirir?

Comprar las licencias de copyright suele ser la mejor solución, ya que brinda una mayor libertad sobre su uso y no necesitan dar un reconocimiento al autor. Por otro lado, son licencias que no caducan nunca y las puedes usar de por vida, siempre y cuando tengas bien respaldada la licencia que te autoriza a usar esa fuente. La desventaja de esto es que algunas fuentes pueden ser costosas, pero comprarlas puede resultar en una inversión para tu proyecto. Algunas páginas web ofrecen descuentos cuando compras las familias tipográficas completas de la fuente que quieres.

Tomar la opción de adquirir una licencia copyleft es más económico monetariamente hablando, de hecho, no pagas nada en la mayoría de los casos, pero implica seguir al pie de la letra las condiciones de los autores para usar su fuente, y esas condiciones podrían ser muy variadas. Como se comentó anteriormente, Creative Commons tiene hasta 6 tipos licencias que pueden brindar o no libertad de uso y, en la mayoría de los casos, se necesita dar reconocimiento al autor, lo cual podría entorpecer o no un proyecto de diseño, según sea el caso.

Por otra parte, debido a que ahora existen los smartphones y las páginas web son una necesidad para casi cualquier empresa, las licencias tipográficas pueden o no tener cierta exclusividad para la plataforma a la que se vayan a usar, es decir, si buscas usar una fuente para medios impresos, necesitas una licencia de escritorio convencional; pero si deseas usarla para páginas web o apps, debes adquirir la licencia para usar la fuente en esas plataformas por separado. Debido a esto, podrías tener hasta 3 licencias de una misma tipografía. Esto aplica tanto para las fuentes con copyright como para las de copyleft.

¿Existe otra manera de adquirir legalmente una fuente?

Aunque no lo creas, puede que tengas a tu disposición algunas, o numerosas, fuentes de manera legal y aún no lo sepas. Los softwares de computadora, como algunos programas o sistemas operativos, traen de manera predeterminada una selección de fuentes. Si adquiriste el software de manera legal, posees la licencia para usar las fuentes que el software proporciona.

Si has comprado un sistema operativo Windows o Mac genuino, en el monto de la compra estás pagando la licencia de las fuentes instaladas en dichos sistemas operativos. Sucede los mismo con softwares de diseño como Illustrator o Photoshop, si los adquiriste legalmente, posees la licencia para hacer con dichas fuentes contenido o material para comercializar.


¿Quién debe comprar la licencia, el cliente o el diseñador?

Si buscas una respuesta rápida, aquí va: quien le vaya a dar uso.

Es ilegal ceder tipografías sin licencia alguna de una persona a otra, es el equivalente al pirateo, ya que una fuente tipográfica debe considerarse como un software y dicho acto está penado por la ley. Toda persona o entidad independiente que desee usar una fuente debe tener sus propias licencias que le autorizan su uso.

En el caso de los diseñadores, el cliente debe comprar sus propias licencias. Algunos profesionales optan por comprarle dichas licencias al cliente de modo de facilitar más las cosas, en estos casos es posible transferir la licencia al cliente, siempre y cuando haya pagado por ella. Una vez cedida la licencia al cliente, el diseñador pierde el derecho de usarla.

¿Es posible transferir diseños o piezas a un tercero sin problemas?

No en todos los casos un tercero necesita necesariamente una licencia aunque una fuente esté en una pieza, como por ejemplo: un folleto, un volante, un díptico o un tríptico, un flyer o cualquier pieza que contenga texto. Un caso práctico pudiera ser cuando un diseñador envía los archivos a una imprenta, no se deben enviar las fuentes ni las licencias de las fuentes, ya que sería ilegal. Lo que el diseñador debe hacer es convertir los textos a curvas, de modo que no puedan ser editados, así se mantiene la integridad del diseño y no se vulnera el copyright de la tipografía, ya que no estamos pasando la fuente (que sería el software como tal), sino más bien una apariencia de la misma que no puede ser editada ni usada para un fin distinto.

¿Debo tener las licencias de las fuentes usadas en mi marca?

Esta es una duda muy recurrente entre los jóvenes profesionales amantes del branding y los clientes cuando han contratado los servicios de branding a un diseñador o agencia. La respuesta es SÍ.

Si se ha usado una fuente para generar el logotipo o el distintivo de una empresa o una persona, tanto el diseñador o agencia y su cliente deben tener la licencia de dicha tipografía, ya que se entiende que el diseñador o agencia ha usado la fuente para un acto comercial (vender el material al cliente) y el cliente usará dicho distintivo para actividades comerciales al vender su producto o servicio.

Todo acto comercial que involucre fuentes tipográficas requiere que aquellos que las usen tengan sus debidas licencias de uso, y en el mundo del branding esto siempre aplica ya que una marca maneja fuentes corporativas.


Nota para los diseñadores

Aclara los temas de licencia tipográficas y cómo funcionan con tu cliente, esto añadirá puntos de confianza debido a que muchos desconocen este tema.

Notas para los clientes

Aclara si deseas usar fuentes gratis o de pago y pide al diseñador que te facilite los medios para adquirir las licencias de las fuentes usadas de ser necesario (en caso de branding, lo es). Entiéndase que no poseer licencias de una tipografía en el ámbito comercial es ilegal.

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